Alfons Ventura, Technical Staff de GBCe, ha explicado la Taxonomía de la UE, el sistema de clasificación, reglamentación y criterios para la financiación privada en base a políticas de mitigación, adaptación al cambio climático, gestión del agua, reducción de la contaminación, biodiversidad y circularidad. En Construcción el 90% de los residuos de obra tendrán que destinarse a la reutilización, así como en los proyectos se deberá calcular el indicador de calentamiento global y las emisiones de C02, apostar por técnicas constructivas de diseño para la demolición y para la adaptabilidad, minimizar el uso de materias primas, aumentar el porcentaje de materias reutilizadas y recicladas, y desarrollar herramientas tecnológicas como por ejemplo el libro digital del proyecto. Ventura también ha desgranado el funcionamiento de Level(s), que es el nuevo marco de evaluación voluntario para mejorar la sostenibilidad y conducir la demanda hacia mejores edificios. El objetivo es entender los edificios como bancos de materiales, que se puedan desmontar con facilidad, reutilizar y reciclar, así como adaptables a nuevos usos que puedan surgir, además de ser accesibles y ser conscientes de los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida, así como reducir la huella de C02 tanto en el carbono embebido como en el operacional.
Zoltan Valbuena, arquitecto y socio de MADC & PARTNERS, ha repasado algunos de los últimos proyectos del estudio como es el caso del plan de rehabilitación de envolventes de edificios públicos que están coordinando con el Ayuntamiento de Getafe mediante Fondos Next Generation, la rehabilitación de Castellana 19 junto a Ruiz-Larrea Arquitectura, el trabajo para la UNED y el Ayuntamiento de Parla la reducción del 85% del consumo energético ofreciendo un plus de diseño, o diferentes sistemas industrializados para la EMVS. Valbuena ha desvelado el proyecto de la Biblioteca Municipal de Villaverde con certificación verde 4 hojas (el primero del Ayuntamiento de Madrid), estructura vista de madera para la reducción de la huella de carbono, con materiales reutilizables y de bajo impacto, sin residuos gracias a la industrialización, aprovechamiento de la geotermia, con lucernarios para la captación de luz, con funcionamiento bioclimático y que -mediante plazas, patios, ampliación de aceras- también genera espacio público.
Anna Guanter, directora de Innovación de CULMIA, ha señalado como la sostenibilidad además de ambiental tiene que ser viable económicamente y socialmente. Con un planeta cuya temperatura medida ha pasado de -0,6ºC en 1880 a +1,2ºC en 2020, las previsiones apuntan a que entre 2023-2050 se supere el +1,5ºC y para finales de siglo los +3ºC. Además, en cuanto al consumo de recursos naturales en 2022 llevamos un 75% excedida la capacidad del planeta de regenerar recursos. Como la construcción tiene un impacto directo en energía (40%), gases de efecto invernadero (35%), consumos (50%) y uso del agua (30%) se entiende la necesidad de actuación del sector: La Taxonomía de la UE establece que para 2030 toda la obra nueva tiene que ser Zero Carbono y que en 2050 la obra existente tiene que ser también carbono neutral. Ante este escenario, en Culmia apuestan en sus tres líneas de BTS, BTR y viviendas asequibles por medir y cuantificar (sellos BREEAM, LEED y VERDE) así como crear sus propios estándares para medirse de forma sencilla en temas de sostenibilidad y salud (guías JADE y CUARZO), formar a sus equipos, analizar el ciclo de vida de los edificios y apostar por la industrialización (menos residuos y consumo de agua, reducción contaminación acústica en obra, más rápido, más seguro, más inclusivo y con un 37% menos de emisiones de C02).
Carlos Fluixá, co-fundador y CEO de ECO ONE, ha analizado cómo el sector del turismo es uno de los más contaminantes y es el responsable del 8% de las emisiones de C02. De ahí que cada vez haya más exigencias tanto en el punto de vista legal (p.e. en Mallorca se ha prohibido la utilización de monodosis), de la demanda (un 71% de los turistas prefieren un destino sostenible), de la competencia (la sostenibilidad es comunicada como un valor añadido comercial) y de la inversión (los grupos inversores no financian proyectos que no estén alineados con la sostenibilidad y eficiencia). En este contexto, ECO ONE surge en 2020 como una start up que actúa a modo de departamento externo para implementar soluciones sostenibles en el ámbito hotelero, siendo así un único interlocutor, contar con un e-commerce con más de 1.000 referencias de productos sostenibles y ayudar a las cadenas hoteleras a mejorar en eficiencia energética, interiorismo sostenible, formación y economía circular. Fluixá ha ejemplificado con dos casos recientes (un proyecto de economía circular para un hotel en Llucatx y las auditorías para Ilunion Hotels para conocer el estado energético de sus 30 hoteles e implementar políticas de mejora y ahorro). En estos años de actividad han logrado ahorrar más de 2.500 toneladas de C02, más 4.500 empleados han sido formados, más de 1.000 kg de plásticos han sido retirados del mar y más de 300 hoteles han establecido políticas de compromiso sostenible.
Miguel Suárez, delegado Madrid de PICH ARCHITECTS, ha recordado la trayectoria del estudio con más de 35 años siendo pioneros en temas de sostenibilidad, industrialización y siendo de los fundadores del GBCe. En su ponencia, Suárez ha desgranado el trabajo de entender el proyecto del edificio LEITAT como un banco de materiales. Este centro de investigación en el 22@ de Barcelona, se diseñó con todos los componentes industrializados (reduciendo así su tonelaje), así como con una fachada entendida como interfaz regulador de la temperatura y con control de luz gracias a las lamas; generando así un edificio confortable casi sin climatización mecánica y uno de los primeros con el sello VERDE 4 Hojas. Si se entiende este edificio como un futuro banco de materiales, el trabajo está en identificar todos los elementos y hacer su seguimiento para su posterior desmantelamiento (fachada ventilada, lamas horizontales ligeras, cerramientos panelados, estructura mecánica y forjados alveolares). Estos elementos se clasifican en aprovechables (materiales para usar en futuros proyectos) y en no aprovechables (estudiando así su coste de demolición), aportando al propietario un escenario que añade valor a la inversión inicial. Si le sumamos un escenario en el que cada vez van a mejorar los mecanismos de reciclaje (más rápido y baratos) y un escenario de incremento del valor de los materiales (por la escasez de materias primas), la tasa de retorno para el propietario podría estar en el +2,5%.
Joaquín Vaquero, CEO de CLK ARCHITECTS, ha repasado el contexto actual en el que hay una hoja de ruta clara, conocimiento y tecnología para aplicar la máxima sostenibilidad a los proyectos de arquitectura. El reto de en 2050 ajustarse a las cero emisiones y una UE climáticamente neutra conlleva una necesidad de transformación y flexibilización de las normativas, aprendizaje de procesos nuevos, redefinición de la figura del arquitecto, nuevas líneas de negocio y vías de financiación y necesidad de transparencia. Vaquero ha mostrado el trabajo en Moscú de recuperación de un espacio industrial para nuevo hub de oficinas (construir un edificio alargado de ocho plantas e implementar la recuperación del edificio protegido mediante un sistema de tetris sin intervenir en la estructura pensando en su desmontabilidad, así como transformando la cubierta) y un centro comercial de 250.000 m2 en Moscú (con importancia de la sostenibilidad desde la fase de diseño, con una estructura que no se esconde y cuya visión cruda genera impacto en la imagen corporativa y supone un ahorro en materiales, coste y tiempo). La apuesta por sistemas de construcción industrializada y modular acelera la construcción y controla los costes, así como reduce residuos y utilización de materias primas.
José Manuel Elízaga, director Técnico de NHOOD, ha destacado la importancia de estar alineados con la sostenibilidad para la compañía que cuenta con casi 300 activos. Se busca un triple impacto positivo (Planet, People & Profit), certificación BREEAM de los proyectos (p.e. Vialia Vigo es BREEAM Excelente) y analizar la huella de carbono, medidas compensatorias y desarrollo de proyectos NZEB. En este contexto, se enmarca el proyecto de naturalización de espacios de Nhood, que recupera 1.000m2 de parcela de cada emplazamiento (lo que supone casi 300.000 m2 de superficie) con una inversión total de 16 millones de euros. Se estudian con expertos para determinar la mejor opción de recuperación natural analizando los riesgos ecológicos y los riesgos climáticos y estableciendo palancas de transformación: enriquecimiento ambiental, fomento de la biodiversidad (refugios, casas nido, colmenas, comederos de invierno…), lucha del efecto isla climática (edificios más ecológicos y autosuficientes, mejor protegidos gracias a las envolventes y cubiertas), y permeabilización de los aparcamientos (mediante drenajes sostenibles para la recogida de agua)
David Sierra, director de Proyectos y Sostenibilidad de METROVACESA, ha compartido el estado del marco regulatorio y normativas que va más allá del actual CTE y con las Agendas 2030 y 2050 se avanza en descarbonización con la Taxonomía de la UE y el maco LEVEL(s), pero que al profundizar cuesta encontrar medidas homologadoras o una estructura clara para saber cómo implementar o aplicar medidas. De ahí que los promotores están yendo un paso por delante interviniendo en retos como la eficiencia energética, la descarbonización (medición y análisis de ciclo de vida), la reducción de recursos hídricos y el fomento de la biodiversidad (vegetación autóctona, sistemas de descarga y recuperación de agua, permeabilidad de pavimentos), la economía circular y la industrialización. Sierra ha defendido la importancia de encontrar soluciones que se puedan aplicar a todas las promociones para hacerlas más viables y trabajar con herramientas para la conciencia y adaptación, tecnología, transversalidad y cooperación, y comunicación.
En el debate final que cerró la jornada los participantes conversaron sobre si es viable lograr en 2050 la descarbonización del sector de la edificación, la pérdida de valor de los activos que se no se rehabiliten energéticamente y desde un punto de vista de la reducción del carbono incorporado y operativo, la necesidad de normativas más flexibles, la financiación verde y los Fondos Next Generation, la importancia de la medición y monitorización de los consumos energéticos y ciclo de vida de los proyectos, los beneficios de la industrialización y construcción offsite, o el aumento de la demanda por parte de los usuarios de proyectos sostenibles y circulares, entre otros temas.