Alejandra Ramiro, Workplace Consultant de CUSHMAN & WAKEFIELD, ha identificado los tres vectores entorno a los que gira el futuro del workplace, como son la tecnología, las personas y los espacios. La tecnología ha diluido la barrera física (teletrabajo) pero existe un 66% que por lo menos quieren ir a la oficina 1 o 2 días. Los niveles de bienestar de los empleados son algo inferiores en 2023 (de un 44% a un 39%) y el principal motivo por el que se quiere ir una oficina es para socializar, seguido del de colaborar.  Estos resultados de encuestas son pistas claras para diseñar un layout que satisfaga a los empleados. En el sector tech -que tiene un ratio de ocupación muy bajo de oficinas debido a la flexibilidad- se están encontrando retos como equipos deslocalizados con excesos de reuniones virtuales, dificultad de tareas de colaboración, falta de conexión entre áreas y un sentimiento de pertenencia mermado. El tiempo es la principal moneda de cambio: ¿Qué recibe el empleado a cambio de ir a una oficina que supone una inversión de tiempo y recursos? La respuesta para Ramiro pasa por un espacio atractivo y con experiencia buena, en el que el puesto de trabajo individual pasa a un segundo plano, siendo los espacios de trabajo en equipo los protagonistas.

Francesca Heathcote, partner de TERESA SAPEY & PARTNERS, ha hecho hincapié en la apuesta del estudio por no especializarse y no tener límites geográficos a la hora de realizar proyectos, pero siempre escuchando al cliente, con un diseño a medida, delivering de alta calidad y soporte post proyecto. La reflexión principal sobre los espacios de trabajo es que se pueda trabajar en cualquier espacio hoy en día de manera confortable, saludable y con bienestar. Así, encontramos el trabajo en el showroom de Gancedo en el que se ha tenido en cuenta también al empleado y generar puntos de apoyo de trabajo, islas y espacios, abriendo un patio inglés para la iluminación, y dotando el espacio de rincón cocina y duchas por si alguien acude en bicicleta. También proyectos para una empresa de asesoría fiscal, laboral y contable en Plaza España con espacios flexibles, pero con confidencialidad. O un concurso para un coworking en el que se ha trabajado especialmente la psicología del color y la introducción de elementos cálidos como la madera. Hasta un restaurante-librería con espacios para trabajar en una universidad.

Jose María Torralba, arquitecto de ROTO ESTUDIO, ha desgranado los principales temas que afectan al workplace hoy en día. En primer lugar, la convivencia entre home vs office que requiere darle al empleado que vaya a la oficina una nueva atmósfera con soluciones de flexibilidad, confort acústico, calidez, materialidad, nuevos tipos de mobiliario, espacios atemporales, piedra/madera, textiles y vegetación. En segundo lugar, la digitalización que hace que la nube y la inteligencia artificial impacte en los edificios (monitorización de clima e iluminación o adaptar los consumos de energía) como en el proyecto que han realizado para una sede audiovisual en Madrid. En tercer lugar, la flexibilidad con espacios con diferentes funciones y mobiliarios flexibles polivalentes, así como proyectos que tengan posibilidad de crecimiento (como en su proyecto en Torre Europa). También otros factores como la luz (cambiar temperatura de color a lo largo de día o RGB para eventos o jugar con los reflejos y desmaterializar el espacio), sostenibilidad (intervenir en las envolventes pero también reutilizar y cambiar uso de edificios ya construidos), tecnología (detectores de presencia, productos de proximidad) y rentabilidad (detectar nuevos espacios a explotar como un rooftop o un hall o como en su proyecto en el 22@ un atrio de conexión de tres edificios que se transforma en espacio alquilable para eventos).

Delia Fernández, socia fundadora de VITAMINA D, ha explicado cómo nos encontramos en un entorno convulso en el que el cambio es lo único que permanece. Sin embargo, las oficinas no desparecerán ya que aportan valores irremplazables si bien su papel actual es distinto. La transformación digital, automatización de procesos, inteligencia artificial y análisis de datos afectan a nivel de organización. El 80% de las empresas que invierten en estrategias digitales tienen retorno y mejoran. El modelo de negocio actual es muy disruptivo y exige abordar las cosas con mucha agilidad para innovar y crear, con metodologías AGILE. De ahí que los espacios colaborativos que son los más camaleónicos y permiten atender a múltiples necesidades hayan pasado de un 15-20% a más del 50%. El espacio tiene que comunicar y servir como base para colaborar, ser ágiles, inclusivos y sostenibles, dotando la oficina de contenido y experiencias a modo de club y que sea un nexo emocional y para el bienestar.

Ignacio Luengo, Business Development Director de ISG, ha señalado como la visión amplia internacional que tiene esta compañía especialista en construcción y sus informes The Power of Place les permiten detectar tendencias que están sucediendo en el sector. Así en la segunda edición centrada en el coste oculto de no intervenir en los activos para actualizarlos a las nuevas demandas se habla de productividad, de captación de talento, de prioridades por industrias y de preferencias en lugar de trabajo por sector. Luengo ha indicado cómo las zonas de recepción ya no son de paso si no que ofrecen imagen y espacio para reuniones informales y estancia. Los espacios de socialización son claves en el modelo híbrido actual ya que permiten muchos usos para atraer y retener el talento. Las salas de reuniones requieren de tecnología cada vez más protagonista para permitir la participación no presencial. Los espacios de coworking son cada vez más demandados especialmente entendidos como oficinas satélite que reduzcan los tiempos de commuting. Y el efecto WOW es entendido como un valor añadido a incorporar en las oficinas (p.e. El mirador-museo en la Torre Glòries).

Mónica Soto, socia de STUDIO MADD, ha centrado su ponencia en la importancia del propósito para entender el por qué y el para qué hay que ir a una oficina. La pandemia puso de manifiesto que el teletrabajo funciona en la mayoría de los casos (además en un contexto improvisado y casi de manera mágica y con tecnología muy básica), ayuda a la reducción de C02 y a los criterios ESG, suma a la tendencia descentralizada de la ciudad de los 15 minutos y supone ventajas económicas y de tiempo para muchos empleados. Según datos consultados solo un 6% de las organizaciones tiene planes de ampliar sus espacios, con lo que el panorama requiere que en menos m2 haya más exigencia con el carácter de estos inmuebles: mayor calidad, certificaciones sostenibles, espacios adaptables, centrados en las personas, modulares, desmontables y regenerables. Dotar estos espacios de propósito es clave,  con purposeful presence, que funcionen como espacios de conexión (bienestar, felicidad, intercambio de humanidad), con experiencias y emociones (ej. El proyecto para una plataforma de redes sociales en Londres en el que se ha trabajado la idea de “Pop & Joy” para fomentar la creatividad y alegría) y atentos a nuevas ideas (como el slow fashion en el coworking de Goya 36 que huye del modelo habitual ofreciendo entorno tranquilizador, humano, cálido y duradores).

Francisco Vázquez, presidente de 3G OFFICE, ha compartido su visión sobre el sector, destacando que la pandemia ha acelerado cosas que ya estaban pasando desde hacía tiempo (como la transformación digital de las organizaciones, de la que ya se hablaba en 2008 o la sostenibilidad de triple impacto). El principal cambio ha sido que el trabajo ha pasado de ser un lugar que marcaba nuestras vidas a ser una actividad, de ahí que la mayor parte de las organizaciones estén en un modelo flexible 50-50 que se está autorregulando (socialmente no hay vuelta atrás con el teletrabajo, lo cual también está llevando a las ciudades a competir por atracción del talento internacional de los nómadas digitales). El sector también ha incorporado nuevas exigencias en temas de inclusión y diversidad. En un contexto en el que el empleado ya no es cautivo, el espacio de oficina pasa a ser principalmente para la relación social y fomentar el sentido de pertenencia. Ya no basta con diseñar la caja perfecta sino también lo que va a ocurrir dentro, definiendo el propósito del espacio corporativo con un modelo idóneo, con experiencias y contenidos, así como entiendo que la oficina forma parte de un ecosistema de espacios que conforman el modelo híbrido actual.

En el debate final que cerró la jornada los participantes conversaron sobre contenidos y experiencias para atraer al empleado a la oficina, políticas de gestión del cambio, tests post ocupación, convivencia intergeneracional y neurodiversidad, democratización de espacios, colonización de espacios exteriores, salud y ergonomía, certificaciones sostenibles y financiación; entre otros temas.