QUINO BONO ARQUITECTOS WEB OFICIAL
El proyecto está localizado en la playa del Puig, en un lugar privilegiado prácticamente en primera línea de playa y a escasos 15 km de Valencia. Esta situación lo convierte en una oportunidad para todos los que quieren disfrutar del estilo de vida mediterráneo en su residencia habitual o como segunda residencia. Junto con la promotora Safadi Group interpretamos este estilo de vida como uno que se desarrolla al aire libre, en contacto con el mar y la naturaleza. Estas tres premisas son las que determinan la forma final del edificio y su entorno.
El proyecto tiene altura de ocho plantas de uso residencial privado, con un sótano destinado principalmente al aparcamiento. Está conformado por 188 viviendas de 2 y 3 dormitorios, con las viviendas Premium localizadas en la parte más cercana al mar. En la planta ático se crea un retranqueo para las terrazas y además se elevan casetones de escaleras de acceso a las terrazas privativas en la cubierta, parcialmente cubiertas con pérgolas.
Desde inicio apostamos por unas tipologías de viviendas que aprovechan al máximo el espacio interior para poder dotarlas de grandes terrazas de entre 13 y 18 m2, todas con vistas directas al mar. La organización interior con los dormitorios volcados al patio interior permite colocar la secuencia de espacios abiertos de cocina – comedor – salón – terraza en el lado exterior, provocando la situación donde las vistas penetren en el interior de la vivienda y donde el espacio exterior funcione como extensión directa de las estancias interiores.
La forma sinusoidal de las terrazas, con el antepecho curvado tanto en planta como en alzado (gracias a la incorporación de paños opacos y vidriados) aumenta la superficie con vistas directas al mar. El efecto visual evoca las suaves líneas de las olas del mar y de las dunas de la arena de la playa. Adicionalmente, los voladizos de hasta 3,20m proporcionan protección frente a la radiación solar, sobre todo en la fachada sur, mejorando así el comportamiento energético de las viviendas.
Las zonas comunes alrededor del edificio están dotadas de mucha vegetación, bien sobre terreno natural o en grandes maceteros de obra con mobiliario urbano incorporado. Lo que se pretende es que las plantas y los árboles proporcionen sombra, colores y aromas para el disfrute de los propietarios. Ya sea gozando de las dos grandes piscinas, jugando con los niños o en una partida de pádel, uno siempre siente la proximidad de la naturaleza. Se crea una piscina del tipo playa en la zona más próxima al mar con la intención de crear efecto de prolongación del mar dentro de la parcela. El uso de especies autóctonas y la incorporación de sistemas de recuperación de aguas pluviales ayudan reducir la demanda de agua del proyecto.
Las zonas comunes interiores, como el club social y la guardería, por sus grandes ventanales facilitan el contacto con la vegetación en el exterior. En dos salas localizadas bajo rasante que contienen gimnasio y una zona de coworking buscamos el mismo efecto, creando entradas de luz por grandes paños acristalados orientados a un generoso patio inglés con un jardín tropical.
El patio interior del edificio, que proporciona iluminación y ventilación a los dormitorios se diseña como un espacio continuo aumentando así la entrada de luz natural y los flujos de aire. Las 4 grandes aperturas en la planta baja y las escaleras abiertas proporcionan entrada de aire que después evacua por la apertura superior del patio. El suelo del patio se cubre con una capa generosa de sustrato para plantar vegetación entre la que se traza una lámina de agua para así aportar aún más frescor y calidad de aire a esta parte del edificio. Adicionalmente, el rumor de agua se escucha ligeramente en los dormitorios y así recuerda la cercanía del mar.
El objetivo principal del proyecto a efectos de sostenibilidad es disminuir al máximo la huella de carbono de todos los procesos del proyecto y reducir en consecuencia las emisiones de CO2 de este. Además, previo al diseño del proyecto se han desarrollado estudios climáticos para realizarlo acorde a las condiciones del lugar controlando el soleamiento y reduciendo al máximo los consumos mediante la implementación de medidas de ahorro pasivas. Se proyecta así un edificio aislado térmicamente de manera completa con un sistema SATE en fachada que elimina los puentes térmicos y completamente hermético para evitar infiltraciones. Además, presenta instalaciones de alta eficiencia energética tanto en climatización calor, como en ACS y ventilación.
Por último, se reduce la generación de los residuos en todas las fases del proyecto mediante la industrialización de los procesos y tras un estudio de los materiales utilizados buscando el mayor porcentaje de contenido reciclado y de reciclabilidad en caso de desmontaje. Estos van acompañados de ecoetiquetas y declaraciones ambientales de producto (DAP) que lo garanticen.
